La literatura moderna o el arte de vender libros.

"Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas". Es la frase (cuyo autor desconozco) que ha dado vueltas por mi cabeza últimamente al ver las publicaciones recientes de algunas editoriales, mismas que en este artículo vamos a analizar. 

Antes de comenzar quiero aclarar que esto no es un ataque directo en contra de nadie. De cierta manera admiro el valor de esos chicos que, a pesar de su corta edad, están logrando cosas inimaginables para muchos de mi generación. Esto tiene la finalidad de servir como método de descarga y purificación emocional y como mesa de debate para conocer distintos puntos de vista, sobre todo porque es un tema que a todos los lectores nos interesa o incluso nos podría llegar a afectar. Aclarado el punto, vamos a ello.

En esta época moderna gobernada por el dios dinero, los valores, las buenas costumbres y recientemente las artes, han perdido significativamente su valor. El tema es muy amplio y podríamos dedicarle un mes entero así que vamos a filtrarlo, vamos a enfocarnos al asunto principal de este debate: los libros de Youtubers. Y es que son cada vez más los Youtubers que anuncian felices la publicación de su libro. Curiosamente son los mismos Youtubers que meses o tal vez semanas atrás comentaban en sus vídeos que no tenían el hábito de la lectura; entonces uno se pregunta ¿Cómo hiciste para escribir un libro en tan poco tiempo? ¿Cuáles son tus referencias? ¿Quiénes son tus influencias? ¿Cuáles son tres libros que han marcado tu vida? (Es opcional responder la última, porque aparentemente es una pregunta muy complicada que hasta "los más grandes" han errado). 

Sin embargo, la pregunta principal, la que más me atormenta es ¿Qué ven en ellos las editoriales? La respuesta es solo una: dinero. Estos chicos gozan de una popularidad impresionante, tienen en sus redes sociales a miles o tal vez millones de seguidores que están dispuestos a comprar cualquier tipo de producto que se les venda, incluyendo libros que probablemente nunca van a leer. ¿Vale la pena el sacrificio? No lo sé, supongo que eso deberían responderlo las editoriales pero si me lo preguntan a mi, la respuesta es siempre un NO. 

Me gusta navegar con la bandera del respeto y la tolerancia, pero ante todo con la de la honestidad, y siendo honestos estos libros tienen nada que aportar al universo literario. No he tenido la oportunidad de leerlos y no pienso hacerlo pero me duele ver como las ferias del libro y las mismas librerías están cada vez más llenas de estos productos, tenemos filas enormes de chicos y chicas enloquecidos por una foto y una firma de su ídolo juvenil dejando de lado a los grandes clásicos, los libros históricos, las biografías y los cuentos de antaño. Son pocos los que, después de comprar esos libros, vuelven a una librería, de ahí viene mi conclusión de que esa inversión no vale la pena, no están formando lectores solo están generando ventas, números, fantasmas.

¿Cómo nos afecta esto a los demás lectores? Desde mi perspectiva, hay varias puntos a tocar en este tema:

-Baja la calidad de los textos: Así es, la literatura es actualmente un negocio y como tal tiene el objetivo de vender. Las ventas se convierten en el objetivo principal de las editoriales de manera que cuando ven que algo funciona buscan repetir la formula y mantenerse en la cima,  de modo que si un libro de tips de belleza funciona se buscará algo parecido para el próximo proyecto. Cuando menos lo imagines los libros con historias profundas y personajes entrañables irán desapareciendo. Algo similar a lo que le está pasando a otras artes como el cine, la música, el teatro y no hablemos de la televisión.

-Escasez de títulos: Lo digo porque me ha pasado, he estado en librerías donde títulos como El conde de montecristo, La divina comedia o El quijote de la Mancha, no figuran en sus estanterías; en cambio tenemos pasillos llenos de Los secretos de fulanita, el libro interactivo de no sé quien y La salida del closet de alguien más. Eso es a lo que me refiero y es totalmente comprensible, las librerías se van a enfocar a aquello que les deje ganancias. 

-Daños a la moral del lector joven: Ser lector joven es sinónimo de ser juzgado todo el tiempo. Te juzgan por lo que lees y por lo que no y estos libros son una puerta abierta a los comentarios negativos en contra de los jóvenes y con justa razón. No podemos defenderlos, no tienen un contenido por el cual se pueda meter las manos al fuego. 

En conclusión me gustaría pedir a las editoriales que analicen estos temas, que consideren y replanteen sus objetivos, que vayan un poco al pasado, a sus inicios y recuerden cuales eran sus metas como sello editorial, que los motivo a comenzar con esta misión y como lo llevaban a cabo. Me gustaría pedir a los lectores que sigamos leyendo, que defendamos los títulos clásicos, que sigamos compartiendo el amor por los libros y que tengamos la firme esperanza de que estos fenómenos mediáticos sean solo eso, una moda pasajera, un capítulo oscuro al que podamos citar en un futuro no muy lejano. 

Una vez más te recuerdo que todo lo que he escrito es mi opinión y es probable que sea distinta a la tuya por lo que te pido que la respetes. Puedes compartir tus ideas en el apartado de comentarios siendo respetuoso y objetivo.